ATENCIÓN: ESTE ARTÍCULO NO HA SIDO GENERADO POR IA. Es fruto del conocimiento y la reflexión de Ismael Salido Gutiérrez, saxofonista y creador de aulós Barcelona.
Me gustaría decirte que elegir una boquilla de saxo es fácil… Pero no es así. ¡NO TE ASUSTES!, al final de estas reflexiones te dejaré un resumen para ir al grano, pero si tienes curiosidad y quieres profundizar en el mundo de las boquillas de saxo, ponte cómodo o cómoda que empezamos.
La elección de una boquilla de saxo, requiere de un pequeño análisis previo por parte del alumno, amateur o profesional. Para empezar, hemos de diferenciar si se trata de nuestra primera boquilla, o de una nueva adquisición con cualidades diferentes. Por otro lado, debemos preguntarnos a dónde queremos llegar; es decir, si la quiero para tocar como aficionado, si estamos cursando un camino clásico (estudios de conservatorio), si nuestra pasión es el Jazz o lo que buscamos es un sonido concreto…
Mi primera boquilla de saxo
Es muy posible, que al adquirir el instrumento te venga una boquilla incluida. Si se trata de un saxofón de inicio “modesto”, hay la posibilidad que te encuentres con una boquilla anónima o de la misma marca que el saxo. Si esto es así, plantéate sin lugar a dudas la adquisición de una boquilla con unas garantías mínimas, tu progresión depende de ello.
Si, por el contrario, tienes la suerte de poder adquirir un instrumento de una cierta calidad, (por ejemplo un saxo Yamaha) seguramente te vendrá incluida la famosa boquilla Yamaha 4C. Este modelo de boquilla es actualmente uno de los más extendidos y utilizados para dar los primeros pasos y realmente, durante un tiempo te irá muy bien…
En cuanto a mi recomendación sobre unas garantías mínimas, me refiero a que en el mercado encontrarás una gran cantidad de marcas y propuestas, y como en muchos casos, la única forma de llegar a lo que a ti te conviene, es disponer del consejo de tu profesor o un profesional experimentado, o mejor aún, de los conocimientos de un especialista como aulós Barcelona.
¿Qué necesito saber para elegir mi boquilla de saxo?
Lo primero es conocer el principio básico de una boquilla de saxo y su estructura, para así poder entender lo que sucede cuando tocamos; y segundo, saber descifrar los valores y características técnicas que nos brindan los fabricantes y el mercado en general.
El principio básico de una boquilla de saxo es sencillo: Permitir la generación de sonido mediante el flujo de aire, que estimula la oscilación de la parte más delgada de una caña (Efecto Bernoulli).
A partir de aquí es cuando se complica la cosa con la suma de elementos, técnicas y por supuesto calidades.
Para continuar ordenadamente, necesitamos identificar la estructura y conocer un poco la función de cada elemento responsable en GRAN medida, del sonido y de la vinculación con el saxofonista.
Función de las partes de una boquilla de saxo
Abertura
La abertura (TIP OPENING) es la distancia que hay desde la punta de la caña a la punta exterior del cordón. Este factor es clave por ser el que ha de facilitar los primeros pasos a los nuevos saxofonistas, y en este caso me refiero a los alumnos/as que comienzan de pequeños a edades tempranas (de 7 a 9 años aproximadamente), un comienzo que estará sujeto más al estado de la dentición (muy importante disponer de las piezas incisivas superiores e inferiores definitivas) que de la edad del niño/a.
La abertura recomendada para empezar es de entre 1,50 mm y 1,60 mm. Como suele pasar en todo, también hay excepciones. Nos podemos encontrar con personas de una cierta edad, que al iniciarse con el instrumento requiera una abertura superior dada sus particularidades físicas, o grandes profesionales que mediante la combinación de la dureza de las cañas, opten por hacer sus carreras con dichas aberturas.
Como hemos comentado al principio, estas aberturas de inicio como la Yamaha 4C (de 1,60 mm.) están muy bien durante el primer o segundo curso, pero inmediatamente después es recomendable ir incrementándolas en función al progreso de la carrera, adquiriendo ya boquillas no solo con una abertura superior, sino seleccionando modelos que den respuesta al estilo o requisitos que nos hayamos planteado. Recordar que todos estos pasos irán acompañados de un proceso “madurativo” respecto a la búsqueda de la caña que mejor se nos adapte en cada momento.
Normalmente, estos cambios de boquilla y la propuesta de la caña adecuada, suelen estar correctamente recomendados por los profesores.
Cómo identificar correctamente una abertura
El saxofón, aun habiendo sido inventado y desarrollado inicialmente en lo que hoy es Europa, ha recorrido un camino tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, podríamos decir “paralelo” (evidentemente hay que guardar las distancias de lo que ha significado su uso en cada lugar y época). Este camino, lógicamente, ha comportado desarrollos y especificaciones de acorde al lugar y al momento. En los países anglosajones, usándose como unidades de medida el sistema Inglés o Imperial, y en Europa, el sistema métrico decimal, que aunque en 1961 fue establecido como un Sistema Internacional de Unidades para estandarizar las magnitudes físicas, se siguen utilizando con predominancia los valores en INCHES (Pulgadas) en las boquillas americanas o inglesas.
Esta es la razón por lo cual escucharás… Yo toco con un 7 o un 6 estrella.
¿Qué significa esto?
Parece que el origen o la razón de este punto de partida (concretamente el número 7 en la boquilla de saxo tenor) responde al “entente” popular sobre el equilibrio que ofrece esta abertura entre resistencia y facilidad de ejecución en un ámbito profesional.
A este número le fue asignado la unidad de pulgada (1), pero como es un valor sin sentido (por exceso) para la aplicación que necesitamos (establecer la abertura TIPO en saxo tenor) se escala a la décima parte, es decir 0,1, y este sí pasa a ser la abertura de referencia, que traducido al sistema métrico son 0,254 cm o lo es lo mismo 2,54 mm.
Presumiblemente, se utilizó el mismo procedimiento para establecer las numeraciones en el resto de la familia de saxos, respetando, eso sí, la abertura TIPO de saxo tenor como BASE, quedando de la siguiente manera:
- Saxo soprano abertura Nº7 0,071 inches (1,80 mm)
- Saxo alto abertura Nº7 0,085 inches (2,16 mm)
- Saxo tenor abertura Nº7 0,100 inches (2,54 mm)
- Saxo barítono abertura Nº7 0,110 inches (2,79 mm)
No todos los fabricantes han establecido su número 7 en los 0,100 inches. Aunque la razón la desconozco, me atrevería a decir que sus configuraciones óptimas (entendiendo y adoptando el 7 en la numerología como “perfecto”) se encuentran simplemente en otras medidas.
Sé lo que estás pensando, menudo lío… ¿Y qué abertura me conviene?
Pues mi consejo: lo primero disponer de una tabla de equivalencias para saber dónde estás y a donde pretendes ir… (Aquí tienes nuestra tabla) Si va a ser tu primera boquilla, lo recomendable es una abertura de 1,60 mm +- 0,05 mm, y si ya estás tocando, seguro que en muchas ocasiones se te habrá quedado corta, es ahí donde plantear nuevos retos.
Lo segundo, asegurarte mediante la página del fabricante de la abertura. Lamentablemente, muchas (repito muchas) tiendas online no indican correctamente los valores e incluso los confunden con otros parámetros.
Curva de la tabla / Largo de tabla / Facing Lenght
Se denomina la curva de la tabla (Facing Lenght) a la distancia, donde la caña vibra “libremente” desde la punta hasta el lugar exacto de ruptura o contacto con la tabla. Algún fabricante y diferentes comercios identifican este elemento como el largo de tabla… A mi entender, lo que necesitamos conocer, es la longitud de la curva y no de la tabla, por lo que nos referiremos respecto a este parámetro, como: curva de la tabla.
Este factor es determinante tanto en la respuesta de la boquilla como en las características del sonido resultante, jugando un papel indisoluble tanto con la abertura como con la dureza de la caña.
Una curva de la tabla corta, nos enfatiza los sonidos agudos, nos da respuestas más rápidas, ataques más nítidos, presenta menos resistencia al flujo de aire y nos proporciona un sonido más focalizado. Como contrapartida tendremos un registro bajo debilitado con un sonido menos grueso, un poco duro y concentrado. El control de la boquilla será un poco más difícil. La dureza de la caña, que deberá ser suave.
Una curva de tamaño medio nos equilibra las exigencias y las prestaciones, permitiendo un resultado óptimo tanto en el control de la boquilla como en la respuesta en agudos y graves.
Una curva de tamaño largo facilita la emisión del sonido y proporciona mayor predominancia en los registros graves que adquieren una mayor calidez. Los ataques se suavizan y tanto el bendig como el vibrato cobran mayor protagonismo. Los aspectos “negativos” serían una respuesta menos rápida, una cierta resistencia de aire (a veces con contrapresión) y las notas altísimas son mucho más difíciles de tocar. Respecto a la dureza de la caña, necesita ser superior.
Dependiendo de la marca, nos encontraremos que la curva de la tabla se clasifica por tramos, S / MS / M / ML / L / VL, simplificando así la interpretación, dado los diferentes tamaños en soprano, alto, tenor y barítono. También nos encontraremos fabricantes que expresan dicha longitud en milímetros. Esto “compromete” a la exactitud de la fabricación y el acabado y nos obliga a indagar sobre si el valor es corto, medio o largo.
El tipo geométrico de curva puede ser o elíptico o circular, con unas medidas determinadas que favorecen la óptima vibración de la caña.
Cámara
La cámara es la cavidad interna de la boquilla desde la punta hasta la garganta. Podríamos decir (para simplificar) que es el lugar donde el sonido propone su personalidad, me explico. Dependiendo de su forma geométrica (NOTA: cuando se habla de la forma geométrica de la cámara nos referimos a la “puerta” o garganta por donde pasará el viento, pero las paredes laterales que pueden ser rectas obtendremos un “sonido base” de unas características determinadas, catalogado a lo largo de la historia según su configuración.
El tamaño será crucial para la proyección de dicho sonido, ya que incide directamente en la velocidad del viento por la variación cónica del recorrido. Los clasificamos en tres:
Pequeña, cuando la cavidad final es inferior al diámetro del taladro. Nos proporciona una proyección más concentrada con un sonido más estrecho y brillante de mayor fuerza.
Mediana, cuando la cavidad final es del mismo diámetro del taladro. Es la cámara más utilizada, su sonido es generoso y permite un balance entre proyección y amplitud.
Grande, cuando la cavidad final es mayor al diámetro del taladro. En este caso el sonido crece, en detrimento de la proyección, pero con el poder de colmar tímbricamente un espectro más cercano.
Respecto a las formas geométricas comunes, tenemos la cuadrada, en forma de herradura, redonda, y se empieza a experimentar modos más complejos como una octogonal…
La cámara cuadrada ha sido (y sigue siendo) la configuración asociada al sonido clásico. Un sonido redondo, equilibrado y con poca resistencia.
La cámara en forma de herradura es una evolución enfocada a sonidos jazzísticos, la cual facilita la proyección de una forma concentrada y controlada sin la pretensión de sonidos extremados.
La cámara redonda ofrece la libertad sonora para enfocar géneros más exigentes tanto en potencia como en proyección.
…no quiero dejarme, que las paredes de la cámara también son fundamentales.
Garganta
Es la zona donde se encuentran el final de la cámara y el principio del tudel. En las cámaras redondas de tamaño medio es difícil definir su ubicación dada a la continuidad del orificio, en cámaras pequeñas y grandes se aprecia claramente los márgenes.
Rampa
Aunque nos podemos encontrar NO progresivas dada la geometría de la cámara, su función en todas las boquillas es la misma, canalizar el flujo de aire hacia el interior del tudel.
Techo
Es otro elemento donde podemos incidir en el flujo del aire para favorecer la proyección. Generalmente, las boquillas clásicas utilizan un techo ligeramente cóncavo, sin alterar el camino a lo largo de la cámara, preservando así, un sutil sonido oscuro. Cuando se modifica la geometría de manera inversa, es decir, comenzamos a darle forma al techo en modo convexo, es cuando experimentamos un incremento de velocidad y brillo, adoptando dicha forma la función de deflector.
Deflector (Baffle)
El deflector, o Baffle, es el recurso más poderoso de la boquilla para disminuir la resistencia, dotarla del brillo, proyección y ataque que queramos. Realmente es el elemento con el que vamos a poder moldear el sonido según el objetivo o gusto del saxofonista.
Existen una infinidad de diseños con los que se ha experimentado y con los que se han logrado resultados excepcionales, pero nos centraremos en los cuatro tipos más comunes que son: el recto, de paso, el circular convexo y el circular cóncavo.
Deflector recto
Podríamos decir que es el origen de todos los deflectores. Un diseño que preserva el sonido oscuro y ligeramente “algodonado” a donde se puede notar una cierta resistencia del propio aire. Este diseño parte de los primeros modelos de boquillas, a donde Adolphe Sax combinaba un deflector recto muy bajo (explicación de la altura del deflector más adelante) con una cámara muy grande, lo que generaba una cierta dificultad a la hora de tocar, pero el sonido redondo y denso se consideraba el apropiado para el momento.
Deflector de paso
Es el resultado de la experimentación de diversos saxofonistas del siglo XX, a donde se buscaban nuevos sonidos mediante la modificación de la geometría interna de la boquilla, descubriéndose que incrementando o alzando el deflector, se amplificaban las altas frecuencias hasta el punto de saturación o chirrido. Actualmente, es uno de los recursos más utilizados para equilibrar el brillo, la facilidad de ejecución, la proyección y como parte muy importante, la resistencia de la boquilla, dado que al alzar el deflector aumenta la velocidad del viento, repercutiendo directamente en estos aspectos que hemos mencionado. También hay que poner de relieve, que al aumentar la altura del deflector, la boquilla requiere mayor control tanto en afinación como en la homogeneidad del sonido…
Deflector circular convexo
Esta forma más amable, se suele utilizar como un regulador de frecuencias “fino” para matizar de forma equilibrada tanto la resistencia como el brillo sin penalizar la comodidad de la ejecución. Es una de las formas que se suele utilizar para las boquillas de Jazz, a donde se requiere el punto justo de brillo y control sin renunciar a ciertos matices oscuros. Hay que recordar que todas estas propiedades deben ser conjugadas con el tamaño de la cámara.
Deflector circular cóncavo
La modificación de un deflector recto a cóncavo, nos proporciona una direccionalidad del viento más “orgánica”, definiendo la claridad del sonido sin perder los tonos más suaves e íntimos. Se disminuye ligeramente la resistencia y se agiliza su comportamiento. Se trata de un recurso que nos permite salvaguardar un sonido clásico pero con un carácter más joven. Mencionar, también, que dichos matices se ven condicionados con el tipo de instrumento (construcción y longevidad).
La altura del deflector
Raíles
Los raíles son los márgenes de la boquilla donde se encuentra la ventana y que acompañan la caña hasta la punta. Son también una parte fundamental para la correcta vibración de la caña. El lugar más importante es el punto de ruptura o la zona exacta a donde la caña deja de tener contacto con los raíles (lugar donde se establece la curva de la tabla o Facing Lenght), este punto exacto debe ser simétrico al 100%, de lo contrario la caña vibraría de forma anormal creando resistencias y afectando tanto al control como al sonido.
Por otro lado, el ancho de los raíles también cuenta a la hora de la respuesta de la boquilla. Unos raíles estrechos favorecen la “vigorosidad” de la vibración y, por lo contrario, unos raíles anchos tienden a “lastrar” la vibración. Otro punto a tener en cuenta es el correcto estado y planitud de la superficie para evitar fugas de aire y presión.
Cordón
El cordón es la zona que conecta los raíles en la punta de boquilla y sería el responsable de un correcto ataque. El tamaño debe ser parejo a los raíles (como mínimo al área de la curva de la tabla). Un tamaño excesivo afecta a la espontaneidad del picado.
Mentonera
Aunque el mentón o barbilla hace referencia a la zona inferior de la boca, la superficie de una boquilla de saxo o clarinete donde apoyamos los dientes se le llama mentonera… Es responsable del confort y la ergonomía de la embocadura. Generalmente, todas las boquillas presentan un grosor e inclinación correcto para una embocadura adulta, un detalle que han de “sufrir” los alumnos más pequeños durante un tiempo.
Factores a tener en cuenta en las boquillas de saxo
Material de fabricación de la boquilla de saxo
El primer factor y para aulós Barcelona la primera preocupación, es saber qué material nos vamos a poner en la boca.
A lo largo de la historia se han fabricado boquillas con materiales tan curiosos como la madera, el cristal, la piedra, el metal (incluso preciosos), la ebonita, plásticos y resinas.
La experimentación ha sido fundamental para el progreso y para establecer unos “estándares” aceptados por la gran mayoría de la comunidad “saxofonística” pero a lo largo del camino PRESUNTAMENTE se han utilizado materiales que por desconocimiento o por ausencia de normativa han podido crear algún que otro riesgo para la salud, metálicas con plomo, ebonitas con exceso de azufre o algunas plásticas con químicos hoy prohibidos por la Unión Europea y por la FDA.
Por lo tanto, el primer consejo: cuidado con las réplicas o boquillas de dudosa procedencia.
Respecto a la elección del material, suele ir asociado a la calidad del producto, refiriéndome al diseño, la fabricación, a las características del sonido y al resultado esperado. Este aspecto genera una cierta controversia, ya que existen estudios y convicciones que desvinculan el material de boquilla con las características del sonido, pero esto lo abordaremos en otro momento.
Clasificación de las boquillas de saxo
Podríamos decir que existen tres niveles con ciertos matices a tener en cuenta:
- Boquilla de acceso
- Boquilla semiprofesional
- Boquilla profesional
Boquilla de acceso
Se trata de boquillas que se encuentran en una franja de 20€ a 60€ (estos precios son orientativos y de saxo alto, dependiendo si hablamos de soprano, tenor o barítono variarán). En cuanto al tipo de material que nos podemos encontrar en esta franja, predominará la resina plástica de fenol, polímeros termoplásticos para las fabricadas por inyección y copolímeros técnicos para las fabricadas en 3D. Normalmente, no son acabadas a mano, por lo que las especificaciones son más inciertas. NOTA: todas las boquillas de aulós Barcelona son llevadas a especificaciones a mano con muy alta precisión.
Boquilla semiprofesional
Esta clasificación es difícil de definir, ya que nos encontramos con boquillas de un rango de precios de entre 100€ y 200€, y que muchas ya cumplen como boquilla profesional. La sorpresa de esta franja, es que también nos encontramos con boquillas que claramente no ofrecen el rendimiento que se espera, aun habiendo sido fabricadas con materiales y procesos más costosos. En esta clasificación ya nos encontramos mayoritariamente boquillas de ebonita (Hard Rubber) un material que surge de la vulcanización del caucho, azufre y del aceite de linaza, para luego mecanizarse con tornos o con CNC.
Las boquillas de este segmento suelen verificarse a mano, pero como siempre existen excepciones… Hay fabricantes que confían o deciden venderlas directamente salidas de máquina, tanto en CNC como en 3D.
Boquilla profesional
En este apartado hay una gran variedad propuestas que deben ser valoradas con mucha más calma, primero por los precios que nos podemos encontrar, pero sobre todo por la especialización para lo que han sido concebidas.
El saxofonista que invierte en estas boquillas (…y digo invierte, porque muchas de ellas acaban revalorizándose con el tiempo) generalmente ya se ha informado y sabe perfectamente lo que busca, peeeeero… no hay que dar por hecho, que conozca lo que a continuación explicaremos.
Consejos express para elegir una boquilla de saxo
Para tu primera boquilla: Elegir una marca de confianza de entre 40€ – 60€ (en 2024) con una abertura cerrada.
Tu siguiente boquilla: Tener claro qué quieres tocar y buscar las especificaciones de los modelos que se adapten a tu presupuesto. Respecto a la abertura, valorar si la actual se te queda corta o te fatiga, es el momento de subir o bajar entre uno o dos escalones.
Como consejo genérico, si puedes probarla mucho mejor. Las boquillas, igual que los instrumentos JAMÁS ENCONTRARÁS DOS IGUALES.
… y ante la duda, contacta con especialistas. Nosotros estaremos encantados de atenderte.